Fabiola Méndez: compartiendo el cuatro puertorriqueño con el mundo

Cuando los padres de Fabiola Méndez Quiñones vieron su interés musical al intentar sacar melodías del cuatro puertorriqueño que tenían en su casa, no dudaron en ponerla en clases. Así fue como la joven comenzó a tocar el cuatro a sus seis años de edad. 

No se imaginarían que al presente llevaría ocho años viviendo en Boston, egresada del Berklee College of Music como la primera puertorriqueña en graduarse con una especialización en el cuatro puertorriqueño y, por si fuera poco, ser seleccionada como  artista en residencia para el Boston Landmarks Orchestra.

“Empecé, curiosamente, en el pueblo de Manatí”, compartió la jóven que creció en Caguas. Sin embargo, mientras vivió por un tiempo en Toa Alta, comenzó sus clases en el Hogar del Cuatro Puertorriqueño con su primer maestro, Héctor Rivera.

Al regresar a vivir a Caguas formó parte de la Rondalla de Niños en Humacao en donde perdió el miedo a tocar frente a personas. Las presentaciones de la Rondalla, compartió Méndez Quiñones, estaban compuestas por 20 a 30 niños que tocaban el cuatro. Luego, estudió en la Escuela Libre de Música de Caguas desde quinto grado hasta cuarto año.

“En la Libre fue que aprendí, más que todo, teoría musical: a leer música, armonía, la parte más técnica de la música y, obviamente, me seguí desarrollando dentro del cuatro”, compartió.

El recorrido hacia Boston

Al momento de decidir por estudiar en Boston, el apoyo de su familia no faltó. La cuatrista expresó que, al vivir entre Boston y Puerto Rico, sus padres siempre van a todos los eventos que pueden y están pendientes demostrando su apoyo.

“Cuando yo tomé la decisión de estudiar música y dedicarme a la música como profesión, pues también tuve su apoyo y nunca han dejado de creer en mí”.

A pesar de que no hay ningún familiar que se dedique a la música, siempre estuvo rodeada de ella. 

“Ninguno es músico profesional, pero todo el mundo toca algo. Mi mamá toca el güiro, una de mis hermanas toca la guitarra, mi otra hermana toca congas, mi papá canta trova, mis abuelos, todo el mundo, así que siempre es un bembé”, añadió Méndez Quiñones.

El ambiente en el que creció estaba lleno de música típica ya que su bisabuela hacía promesas de Reyes Magos y, para la ocasión, iban muchos trovadores y era lo que se escuchaba. Además del cuatro, también canta, toca guitarra, flauta y el tiple puertorriqueño. 

No fue extraño que decidiera estudiar en el Berklee College of Music en Boston, pues desde sus 15 años había estado en contacto con la universidad. Participó en uno de los talleres de verano que la universidad ofrece anualmente. Tuvo la oportunidad de audicionar, pero, todavía no iba para la universidad por lo que recibió una beca para participar del campamento de 5 semanas que ofrece la universidad en Boston.

Llegó por primera vez a Boston en el 2012 para participar del campamento y probar nuevos estilos de música como el jazz. En ese momento comenzó a descubrir lo que era capaz de lograr con el cuatro y ver cómo incorporarlo a los distintos estilos musicales. 

“Cuando audiciono para la universidad creo que ya tenía tal vez un paso adelantado y recibí la beca para entonces estudiar el bachillerato y, de igual forma, me ponen con un maestro de guitarra que es lo más cercano al cuatro”, expresó sobre los comienzos de su experiencia.

Al ser un instrumento nuevo para los profesores, buscaban la forma de trabajar juntos. Méndez Quiñones reconoció que el conocer su instrumento al tocarlo desde los seis años le permitió comunicarse “en el lenguaje de la música” al conocer cómo tocar los acordes que le pedía el profesor.

La oportunidad de participar en el campamento en el 2012 le sirvió de motivación para tener como meta lograr estudiar ahí. 

“Cuando hice el campamento, me establecí esa meta yo dije ‘en verdad yo quiero venir a estudiar aquí y tener esta oportunidad porque sé que me va a abrir un montón de puertas”, y tenía toda la razón.

Méndez Quiñones fue reconocida como la primera puertorriqueña en graduarse del Berklee College of Music en Boston con el cuatro puertorriqueño siendo el instrumento principal. En la universidad, tuvo la oportunidad de descubrir su instrumento y todas sus variantes.

“Yo sentía ‘quiero hacer esto para seguir creciendo como músico’ , pero, fue una oportunidad que le abrió puertas a otros cuatristas. Ahora mismo en la Universidad de Berklee, si no me equivoco, hay como cinco estudiantes de Puerto Rico cuatristas que están tocando igual con maestros de guitarra porque no hay un profesor de cuatro”, compartió la joven de 26 años.

Artista en residencia

Este año, la cuatrista fue escogida como la artista en residencia para el Boston Landmarks Orchestra con quien estará colaborando por el próximo año. A través de una recomendación, la artista recibe una entrevista en la que conocen más sobre ella y el aspecto de justicia social que busca exponer mediante su trabajo.

“No es solo música por hacerla, sino también que yo quiero decir a través de mi música”, añadió.

La oportunidad de tocar con la orquesta también le permite tocar algunas piezas escogidas por ella. Para las presentaciones más recientes tocará un seis chorreao, un aguinaldo orocoveño, y la canción “Bomba Pa’ la Diáspora” que pertenece a su disco Afrorriqueña.

La otra parte de la residencia le permitirá ofrecer talleres a jóvenes latinos durante el año. La orquesta tiene una alianza con la organización latina Hyde Square Task Force en la que trabajan con los jóvenes que pertenecen a la organización comunitaria. Junto a Méndez Quiñones, estarán escribiendo una composición que finalizará el verano del próximo año, y la orquesta tocará la composición junto a los jóvenes. 

“Yo todavía no puedo ni creerlo”, expresó de forma genuina ante la reciente entrevista que le hizo The Boston Globe tras conocer sobre su participación junto a la orquesta. Tras la promoción de sus próximos conciertos, el reconocido periódico le hizo el acercamiento a la joven, la cual continuó con una sesión de fotos para acompañar el artículo.

“Que esté el cuatro ahí… eso es abriendo las puertas para nuestro instrumento que, al final del día, esa es mi misión de vida”, añadió la cuatrista.

Proyectos y planes futuros

Entre sus otros proyectos se encuentra “Afrorriqueña”, su disco más reciente. Inspirado en poesía que al leerla le traía melodía, escogió cinco poemas de mujeres poetas puertorriqueñas para hacer sus canciones: Angela María Dávila, Mayra Santos Febres, Ana Teresa Toro, Yara Liceaga Rojas, y Carmen Colon Bellot. 

“Cada una ha inspirado mi carrera, mi trayectoria de alguna forma en particular, pero más que todo, porque entre todas tocan temáticas que para mi son importantes, por ejemplo la raza, lo que es ser una mujer negra, lo que es tener el pelo rizo, lo que es ser mujer, o sea la identidad de ser mujer, con sus beneficios, pero con las luchas que todas nosotras pasamos”, explicó.

La artista espera dedicar los próximos meses al proceso creativo de su nuevo proyecto que tendrá una colaboración con trovadores. 

También estará haciendo una gira de conciertos que anunciara pronto por sus redes sociales. Como acto de apertura, tendrá su documental “Negrura”, proyecto que lanzó a principios de año y va de la mano con la temática de Afrorriqueña. 

Este verano estuvo trabajando con su proyecto “Dos x Cuatro Sessions” en el que decidió recrear canciones con sus amigos, que vienen de distintos países y tocan distintos instrumentos musicales, para ver cómo logran la mezcla de sus instrumentos. La idea era mostrar la versatilidad del cuatro puertorriqueño en diferentes géneros musicales.

Compartió, además, que su misión incluye que se sigan expandiendo las posibilidades del cuatro puertorriqueño y se siga abriendo espacio para el instrumento dentro de los distintos escenarios.

“Cada cuatrista que hemos tenido en nuestra historia ha puesto su grano de arena para que el instrumento siga para arriba, y yo siento parte de esa responsabilidad. Que cuando yo sea viejita, los que esten después de uno tengan el mundo ahí en las manos y puedan hacer lo que quieran aunque toquen un instrumento tan tradicional y tan folklórico de nosotros”, culminó.

Imagen: The Boston Globe