Historia entre muros: las Puertas de San Juan
La construcción de un sistema masivo de murallas alrededor de la ciudad de San Juan inició en 1634. La región sur fue la primera en amurallarse y el proceso se extendió hasta el siglo XVIII cuando se completó el lado norte.
Solo cinco entradas en las murallas permitían ingresar a la ciudad. La Puerta de San Juan, la más cercana a la Fortaleza (1635), fue el acceso principal por el lado de la bahía durante muchos años. Era allí el lugar donde se llevaban a cabo las ceremonias de bienvenida a los nuevos gobernadores y obispos que iban a tomar posesión de sus cargos.
Curiosamente, su ubicación permitía una alineación directa con la puerta principal de la Catedral.
En el lado norte se encontraban las Puertas de San José y Santa Rosa, que conducía al cementerio, y en el recinto sur la Puerta de San Justo o España.
Por el lado de tierra, se levantaba la Puerta de Santiago, localizada en la parte sur del Castillo de San Cristóbal, como única vía de entrada desde la isla de Puerto Rico a la ciudad de San Juan.
Esta puerta fue construida entre 1635-1641 por el Capitán General Iñigo de la Mota Sarmiento, quien dejara su escudo de armas esculpido a ambos lados del real.
De esta forma San Juan se convirtió en una ciudad completamente amurallada y los terrenos fuera de las murallas se denominaron extramuros.