Río Grande
“Ciudad del Yunque”
Su nombre proviene del río Grande, afluente del río Espíritu Santo, que pasa cerca del pueblo. Durante los años de conquista y colonización, sufría continuos ataques de los indios caribes y taínos. Esta zona fue poblándose poco a poco luego de que cesaran los enfrentamientos con los indígenas. A partir de este momento, surgieron los primeros hatos ganaderos, las haciendas cañeras y los cultivos de frutos menores.
Río Grande se fundó el 26 de julio de 1840, gracias a las gestiones que un grupo de vecinos realizó para separar a Río Grande del pueblo de Loíza. Desiderio Escobar, Quilimaco Escobar, Juan Monge y otros, asesorados por el padre Juan León Lascot, acudieron al gobernador de la Isla, Miguel López de Baños, para solicitar el deslinde de Loíza en todos los asuntos civiles y eclesiásticos. Durante el mismo año de su fundación, se erigió la iglesia del municipio.
Para aquel entonces, Río Grande estaba compuesto por los barrios: Ciénaga Alta, Ciénaga Baja, Jiménez, Guzmán Abajo, Guzmán Arriba, Herreras, Río Grande Pueblo y Zarzal. En 1897, le fue anexado a Río Grande el barrio Mameyes II del municipio de Luquillo.
Dos años más tarde, el municipio de Luquillo fue disuelto y sus barrios fueron distribuidos entre Fajardo y Río Grande. A Río Grande, se le agregaron los barrios: Mata de Plátano, Mameyes I, Hato Viejo y partes de Sabana. El barrio Hato Viejo desapareció en 1910. Cuatro años más tarde, en 1914, por ley de la Asamblea Legislativa de Puerto Rico, se restituyó Luquillo como municipio y se le devolvieron todos sus barrios, excepto el de Mameyes II que continuó en Río Grande.
En 1898, la Junta de Planificación de Puerto Rico preparó el mapa oficial del municipio con sus barrios. En este mapa, se amplió la zona urbana, incluyendo parte de los barrios rurales Herreras y Guzmán Abajo.
Durante los primeros años de su fundación, la economía de Río Grande se basó en la explotación ganadera. Años más tarde, floreció el cultivo de la caña de azúcar. Como resultado, se crearon ingenios que luego fueron sustituidos por haciendas y estas, a su vez, por centrales azucareras.
A mediados del siglo XIX, este municipio contaba con dos haciendas: Monserrate y Constancia. La primera, propiedad de Sucesores Veve, fue fundada en 1850 por José Calzada y poseía 701 cuerdas de terreno. La segunda, fundada en 1870 por Felipe García, tenía 50 cuerdas de terreno.
En la década de 1970, 740 cuerdas del territorio de Río Grande eran empleadas para el cultivo de caña de azúcar. Contaba, además, con dos vaquerías lecheras que poseían 325 cuerdas de pastos y que producían diariamente de 2,560 litros de leche. Otras 13 fincas, con 4,020 cuerdas de pastos y 3,600 cabezas de ganado, se dedicaban a la ganadería de carne. También, operaban en el municipio diez fincas avícolas con un total de 150,000 gallinas ponedoras.
También, operaban en Río Grande más de quince fábricas dedicadas a la manufactura de artículos tales como interruptores eléctricos, ropa, piezas para aparatos de aire acondicionados, postes de concreto, agujas, efectos escolares, entre otros.
Lugares para visitar
• Bosque Nacional del Caribe, El Yunque
• El Verde (área Recreativa)
• Reserva Natural Río Espíritu Santo
Algunos personajes ilustres
José P. H. Hernández – (1892-1922) Poeta y farmacéutico. Nació en Hatillo, pero fue acogido como uno de los hijos predilectos Río Grande. Escribió varios libros de poesía entre los que se destacan: El último combate (1912), Coplas de la vereda (1919), Cantos de la sierra (1925) y Antología poética (1956) publicado póstumamente.
Aníbal Díaz Montero – (1911-) Cuentista y periodista. Fue uno de los co-fundadores de la Casa del Autor y de la Sociedad de Autores puertorriqueños. Perteneció al Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York y a la Academia de Artes y Ciencias, además de haber sido colaborador del periódico El Vocero. Fue autor de varios libros de crónicas de viajes. Entre sus libros más conocidos se encuentran Pedruquito y sus amigos, Hablando con ellos y Nico el Pinche.