3 elementos claves en la vida y obra de Rafael Hernández
Rafael Hernández (Aguadilla, 1892 – San Juan, 1965) Conocido con el sobrenombre de “El Jibarito”, fue una figura clave de la música popular puertorriqueña durante el siglo XX.
Primeros años de su vida
Nació en el pueblo de Aguadilla el 24 de octubre de 1892. Ya a sus 12 años, sabía tocar varios instrumentos de viento, tiempo más tarde dominó también guitarra y piano.
Con motivo de la Primera Guerra Mundial se alistó en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, con los que viajó a Francia. Integrado a la vida militar, tocó en la Banda de Música del Ejército.
Años de creación fértil
Una vez licenciado, viaja a Nueva York y Cuba. Comienza a componer sus primeras canciones sobre el tema patrio, dándose a conocer con Pobre Borinquen, El Buen Borincano, Mamá, Borinquen me llama y Campanitas de Cristal.
En Nueva York organiza el Trío Borinquen (1926), con el cual recorrió toda América. Sus grandes éxitos de esta época son Capullito de Alelí y Silencio.
En 1934 conforma el Conjunto Victoria con el cual realiza una amplia gira artística. A esta época corresponden Perfume de Gardenias, Lamento Borincano y Preciosa.
En la década de 1940 se trasladó a México a cumplir un contrato de tres meses, pero su estadía se extendió por 16 años. En ese país que siempre definió como su segunda patria, cursó estudios avanzados en el Conservatorio Nacional de Música de México, obteniendo el grado de Maestro de Armonía, Composición, Contrapunto y Fuga.
Entre el 1956 al 1959 fue electo Presidente Honorario de la Asociación de Compositores y Autores de Puerto Rico. Comprometido con las causas cívicas, fundó junto a otros líderes cívicos la organización de béisbol para niños conocida como «Pequeñas Ligas».
Legado musical
Rafael Hernández fue mundialmente famoso, con una producción musical que se especula sobrepase las 2.000 composiciones, legado de un incalculable valor. Su vida fue ejemplo claro de sensibilidad, constancia y superación.
Quizás su canción más famosa sea Lamento borincano, representación de las luchas del jíbaro puertorriqueño para subsistir, que ha sido grabada por numerosos artistas.