Luisa Capetillo: un ícono de la lucha feminista
Por: Valeria Alicea Guzmán
Para conmemorar el día internacional de la mujer es indispensable resaltar la figura Luisa Capetillo, pionera del feminismo en Puerto Rico. Además de ser la primera mujer en usar pantalones, la feminista protagonizó luchas sindicalistas y abogó por los derechos de las trabajadoras y trabajadores. No solo fue vocal por los derechos en su país, sino que, como internacionalista obrera, residió en Tampa, Florida, y Nueva York (USA), y en varias ciudades de Cuba. Por ser fiel defensora de sus posturas, Luisa Capetillo fue arrestada y juzgada por llevar traje de hombre en público y pasearse por las calles en La Habana.
Capetillo nació en Arecibo en 1879 y fue fruto de la relación entre una francesa que llegó a Puerto Rico como institutriz y de un español propietario. A diferencia de otras niñas de su época, la defensora de los derechos de la mujer recibió educación en su hogar, que incluyó una formación en el romanticismo decimonónico francés y el socialismo libertario.
Laboró en la industria de la aguja y ejerció como lectora en las fábricas de despalillado y manufactura del tabaco. Tras su vínculo con la industria del tabaco, se relacionó con federaciones y grupos militantes que abogaban por los derechos de las y los trabajadores. En muchos países la consideraban como una “anarquista peligrosa”. A la vez ejercía la militancia sindicalista, Luisa Capetillo se formaba como feminista.
Planteamientos feministas
Sus experiencias de vida fueron motivación para luchar por los derechos de la mujer puertorriqueña. Entre sus planteamientos feministas consideraba que el sistema social oprimía y perpetuaba la esclavitud de la mujer. Por tanto, entendía que, para la mujer liberarse, era necesario que tuvieran acceso a la educación. Promovía que no solo las féminas recibieran educación sobre las tareas domésticas o cualquier otra función que se asociaba con la mujer, sino que debían instruirse en las ciencias, la aritmética, la geografía y la literatura universal.
Según Capetillo, la educación les permitiría a las mujeres educar a sus hijos con corrección, obtener el respeto de los hombres y que, en caso de que decidieran separarse de sus esposos, pudieran estar preparadas para sobrellevar la responsabilidad económica e intelectual del hogar.
Asimismo, reconocía que la educación de las niñas y mujeres debería ser libre de estereotipos y que no se debían enseñar aspectos distintos a los que le enseñaban a los varones. Otro planteamiento feminista que sostenía Capetillo era que el matrimonio no debería ser una esclavitud para la mujer, que debía ser por amor y no por conveniencias familiares.
Luisa Capetillo inmortalizó muchos de sus planteamientos feministas en libros, pues se destacó como escritora y periodista. Por la publicación de su libro “Mi Opinión”, la intelectual se convirtió en la primera puertorriqueña que organiza sus ideas feministas y las publica como una tesis teórica.
La feminista también es considerada como la primera mujer sufragista en Puerto Rico. Luisa Capetillo se destacó como militante del movimiento femenino sufragista. A diferencia de otras mujeres feministas que luchaban por el voto femenino, Luisa Capetillo abogaba por que todas las mujeres, educadas y no educadas, pudiesen votar.
Luisa Capetillo murió el 10 de abril de 1922, cuando tenía 42 años, a causa de tuberculosis el 10 de abril de 1922, en Río Piedras, Puerto Rico. Pese a que murió a temprana edad, Luisa Capetillo marcó precedentes en la lucha por los derechos de las mujeres puertorriqueñas.
Fuente: Proyecto de Estudios de las Mujeres (UPR Cayey)