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Arte público honra la memoria de las pioneras contra la violencia de género en Puerto Rico

Con un acto cargado de emotividad y poder simbólico, fue develado esta mañana el mural “Las Protectoras de las Sobrevivientes”, en la Terminal de Carros Públicos de Ponce. La obra, una creación del reconocido Colectivo Moriviví en colaboración con la Casa Protegida Julia de Burgos, rinde homenaje a las fundadoras del primer albergue para mujeres sobrevivientes de violencia doméstica en Puerto Rico y América Latina: Mercedes Rodríguez López y Mary Anne Maldonado.

Este mural no es solo un reconocimiento a las pioneras, sino también una manifestación viva del legado feminista, comunitario y sanador de Casa Julia, en el marco de su 45.º aniversario. Se trata de un proyecto que forma parte de la serie “Las Matronas en Lucha”, una iniciativa artística que busca rescatar memorias colectivas mediante el arte público, abordando las luchas sociales desde una perspectiva feminista e inclusiva.

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El proceso de creación del mural fue profundamente participativo. A través de talleres de arte terapia y sesiones creativas facilitadas por el colectivo y profesionales aliados, las mujeres sobrevivientes que han recibido servicios en Casa Julia compartieron sus historias, emociones y símbolos que representan su resiliencia.

«Este mural es un altar colectivo. No solo honra a nuestras fundadoras, sino a todas las mujeres que han pasado por nuestras puertas, cargando cicatrices que han logrado transformar», expresó Lenna Ramírez Cintrón, directora ejecutiva de Casa Protegida Julia de Burgos.

Entre los elementos destacados del mural se encuentran la mariposa monarca, símbolo de transformación y libertad; el cactus harrisiaportoricensis, que florece en medio de condiciones adversas y representa fortaleza interna; y un árbol , imagen presente en el poema “Yo misma fui mi ruta” de Julia de Burgos , cuya vida y obra inspiraron la creación de la Casa Julia.

El Colectivo Moriviví, fundado por mujeres artistas egresadas de la Escuela Central de Artes Visuales, ha cultivado un lenguaje propio de “artivismo” a través de murales en todo Puerto Rico y en la diáspora. Su trabajo se caracteriza por integrar a comunidades marginadas en el proceso creativo, democratizando el arte y promoviendo el rescate de memorias silenciadas.

La técnica utilizada fue mural sobre polytab , un método que permite la participación colectiva en la pintura de piezas que luego se ensamblan sobre la superficie final. Esto facilitó que los sobrevivientes pintaran directamente elementos del mural, aportando desde su propia experiencia.

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Durante el evento, que reunió a representantes del gobierno municipal, organizaciones feministas, artistas y ciudadanía general, se hizo un llamado a la visibilización de la violencia de género y la importancia de reconocer la historia de las mujeres que han construido espacios de protección y empoderamiento.

La alcaldesa de Ponce, MarleseSifre, celebró la iniciativa y reafirmó el compromiso del municipio con las luchas por la equidad de género.

«Este mural es un altar colectivo. No solo honra a nuestras fundadoras, sino a todas las mujeres que han pasado por nuestras puertas, cargando cicatrices que han logrado transformar», expresó Lenna Ramírez Cintrón, directora ejecutiva de Casa Protegida Julia de Burgos.

El mural se alza ahora como una ofrenda pública, una intervención urbana que transforma un espacio de tránsito en un sitio de memoria y reflexión. Es también una muestra del potencial del arte para educar, emocionar y movilizar.

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