Una boricua en Madrid que sabe cómo hacer menguar la distancia
Emigrar es reencontrar la propia identidad en otras experiencias, nuevos lugares, costumbres y personas. No importa a dónde se vaya, las raíces permanecen intactas. Así se trasluce en la historia que cuenta Kathy a PR Me Encanta.
Las facilidades de internet permiten que no solo llegue su sabor boricua a través del inconfundible acento de los nacidos en la Isla del Encanto, sino también la imagen de dos pequeñas banderas que adornan el que es su nuevo hogar desde hace 5 años: la de España y la de Puerto Rico.
Nostalgia siente por sonidos y aromas característicos de su Isla, que reconoce, siempre lleva en su corazón. A la pregunta de cómo se siente viviendo fuera de su tierra, Kathy respondió:
“Esto de vivir en el extranjero hace que unos días te sientas mejor que otros en el sentido de que extrañas tu hábitat, tu entorno y el calor humano de la gente de tu sangre. Sin embargo, vivir fuera te da una determinada riqueza cultural, al estar en contacto con diversidad de personas, de pensamientos, de estilos de vida […] Te permite entender que nada es total y absoluto, y todo eso influye en cómo una persona se pueda sentir.”
Madrid la acogió tiempo atrás cuando decidió unir su vida a la de Antonio, quien es natural de España. Aunque Kathy comenzó a ejercer su profesión de publicista y relacionista desde muy joven, en su nuevo hogar no se ha desempeñado como tal, pero sin dudas esa experiencia ha sido vital para su actual proyecto. Ella y su esposo supieron conjugar sus dos culturas y actualmente ofrecen un servicio de experiencias personalizadas para viajeros boricuas y latinos que llegan a Madrid.
“Una boricua en Madrid brinda a los puertorriqueños la facilidad de tener una ruta personalizada conforme a sus gustos e intereses y de conocer la vida de los madrileños y españoles más allá de una guía turística”, explica.
Ello le ha servido para mantenerse en contacto con su cultura pues casi a diario recibían personas provenientes de Puerto Rico, hasta que la actual pandemia los obligó a poner una pausa en sus planes. También la comunicación diaria con su familia y amigos por medio de videollamadas hacen menguar un poco la añoranza.
Las Navidades de Una boricua en Madrid
Para estos días finales del año, la cocina de Kathy se inunda de sabores de su Borinquén, exquisiteces que no pueden faltar como el tembleque, arroz con dulce, arroz con gandules y coquito. Se suma también la música para contagiar con ritmos caribeños las celebraciones.
“Durante todo este periodo de noviembre a diciembre se han desarrollado muchas parrandas virtuales a través de las redes sociales y eso ha sido maravilloso no solo para mí, sino también sé de otras personas que viven fuera de Puerto Rico que lo hemos estado disfrutando”, asegura.
Así, se unen en estas fechas las celebraciones tradicionales de España y Puerto Rico en el hogar de Kathy por otro año más aunque lejos, cerca.