Conoce a Don Rafael Cepeda
Don Rafael Cepeda Atiles (San Juan, Puerto Rico, 1910 – Carolina, 1996) Brillante y prolífico compositor, músico, director y folclorista auténtico por excelencia.
Junto a Doña Caridad, formó una de las más prestigiosas, dinámicas y auténticas parejas de bailes de Bomba y Plena puertorriqueña. Tuvieron 12 hijos, de los que en su mayoría recibieron y cultivaron el trascendental legado cultural heredado de sus padres con compromiso y orgullo de causa e identidad nacional boricua.
La Escuela de Bomba y Plena de Puerto Rico, primera y única en su clase lleva el nombre de este insigne e ilustre puertorriqueño, como un reconocimiento a sus méritos. Asimismo la calle Progreso de Villa Palmeras en Santurce, lleva el nombre de Rafael Cepeda Atiles en su honor y recuerdo.
Don Rafael fue un genuino Patriarca puertorriqueño que cultivó, defendió y expuso la música y los bailes de la Bomba y de la Plena en su máxima expresión folclórica en Puerto Rico, el Caribe, Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y el mundo.
En reconocimiento a su trayectoria se le otorgó el noble título de: Don Rafael Cepeda Patriarca de la Bomba y de la Plena de Puerto Rico. Se destaca como cantante, con buen timbre, voz privilegiada y un gran don para versar o improvisar, sobre temas basados en los ritmos de la Bomba y de la Plena los cuales domina a la perfección imprimiéndoles gracia y gran sentido rítmico.
Algo que se puede considerar genial en un autodidacta, musicalmente hablando. Siempre que cantaba, se apreciaba su vasta experiencia de vida y su natural don de conocimientos, exhibidos con humildad y con firmeza. Muchos reconocen el haber aprendido el difícil arte de versar o improvisar, bajo su tutela.
Grabó varios discos de Bomba y Plena a saber; Don Rafael Cepeda Patriarca de la Bomba y así es la Plena en la década de los 70. Además tiene en su haber cientos de composiciones grabadas por grupos y artistas de Puerto Rico y el exterior.
Maestro percusionista, dominaba a perfección la ejecución de los barriles (tambores) de Bomba; el buleador, el primo ó subidor, la maraca y los cúas. Como si fuera poco posee el don de enseñar o transmitir sus conocimientos a otros. Domina los panderos de la Plena con habilidad innata, increíble el seguidor, el punteador, el requinto y el güiro. Acostumbraba a tocar el güiro o el pandero seguidor, cuando cantaba. Expresaba sentirse más cómodo, aunque fuera fungía, como un magistral ejecutante del pandero requinto.