Modesto Cepeda continúa el legado de la bomba y plena en Puerto Rico
El son de los tambores al entonar la bomba y plena puertorriqueña hace inevitable pensar en la familia Cepeda quienes han mantenido el folclor vivo en Puerto Rico.
Para mantener el legado familiar, Modesto Cepeda, el segundo hijo de Rafael Cepeda, fundó la Escuela de Bomba y Plena Rafael Cepeda Atiles. Este año Cepeda celebra el 50 aniversario de la institución que ha preservado la tradición familiar de la bomba y plena puertorriqueña.
En entrevista exclusiva con PR Me Encanta, Cepeda recorrió su trayectoria desde su nacimiento, influencia en el folclor, su motivación a fundar la escuela y el desarrollo que ha tenido en los estudiantes.
Cepeda, quien era músico de profesión, es el segundo de los 10 hijos del matrimonio entre Rafael Cepeda Atiles y Caridad Brenes Caballero. “Mi mamá venía de Guayama y mi padre nació en Puerta de Tierra, en San Juan. Se juntaron y vivieron en Santurce. Allí criaron una familia de 10 hijos y empezamos aprender de nuestros padres el baile de la bomba y plena”, relató Cepeda en entrevista.
Lo que por muchos años fue una tradición familiar, Cepeda tuvo una visión de perpetuarlo en la historia y cultura puertorriqueña. Con este deseo, el músico fundó la Escuela de Bomba y Plena Rafael Cepeda Atiles.
“A mí me interesó hacer una escuela que recogiera todos los conocimientos [de bomba y plena] de manera que pudieran seguir de generación en generación”, mencionó Cepeda sobre el interés que lo llevó a crear la institución.
Cepeda fungió como maestro de bomba y plena junto a su esposa. Para pagar la renta del local, el matrimonio cobraba una peseta a sus estudiantes.
“Empezamos a dar los primeros talleres yo y mi esposa con el aval de mis padres. Recuerdo que empezamos a cobrar una peseta por las clases porque hubo que alquilar un local y había que pagar una mesada al dueño”, relató el músico y maestro.
Con el tiempo, aumentaron los precios para mantener los gastos de la institución. “Estuvimos así por cierto tiempo hasta que algunas entidades nos empezaron a auspiciar hasta que logramos mantenernos en este lugar en que llevamos 50 años”, explicó Cepeda en entrevista.
El maestro cree en una educación accesible para todos, por lo cual acepta a estudiantes que no cuentan con los ingresos económicos para sufragar los gastos de la institución.
“Cuando la persona que no puede [pagar las clases] porque no tiene los recursos, nosotros les damos la mano y lo ubicamos. Lo importante es que nadie se quede afuera y que todo el que tenga interés en aprender tenga la oportunidad de aprender sobre esta música que es puertorriqueña, es de nosotros y tenemos que mantenerla viva”, indicó Cepeda.
El maestro siente orgullo y satisfacción con la aportación que ha impulsado la Escuela género folklórico en Puerto Rico. Cepeda confía que las próximas generaciones de niños y jóvenes conversarán la bomba y la plena en la isla.
“Nosotros les damos alma, vida y corazón porque queremos que este legado se mantenga. Yo espero que la bomba y la plena de Puerto Rico no mueran porque es una tradición nuestra creada por nuestros antepasados y ahora hay unos jóvenes que están transmitiendo todo ese conocimiento”, puntualizó el músico.
